jueves, 28 de septiembre de 2017

Rasputín "El monje loco"

¿Quién fue realmente Rasputín?

Fue un hombre muy alto, de hábil y elocuente oratoria, de personalidad abrumadora, de aspecto un tanto tosco, grosero a veces, violento, tenía una mirada muy penetrante y poseía un gran carisma. Era un actor soberbio y convincente. Se sabía poseedor de estas habilidades y las usó inteligentemente en su provecho.

Rasputín llevaba en su juventud una vida de campesino siberiano hasta que se produce su “conversión”, abandonando a su esposa y cuatro hijos para viajar por Grecia y Jerusalén. Durante su peregrinación sobrevive de las donaciones de los campesinos que se encontraba a su paso, comenzando a ser considerado un místico con el poder de curar enfermedades y predecir el futuro.

Escribió una serie de predicciones expresadas en su propio leguaje y sobre todo tipo de asuntos. Tres ejemplos de ello son las citadas a continuación, que versan sobre medio ambiente, religión y política respectivamente:

"El aire que hoy desciende a nuestros pulmones para llevar la vida, llevará un día la muerte. Y llegará el día en que no habrá montaña ni colina; no habrá mar ni lago que no sean envueltos por el hálito fétido de la Muerte. Y todos los hombres respirarán la Muerte, y todos los hombres morirán a causa de los venenos suspendidos en el aire"

"Mahoma dejará su casa, recorriendo el camino de los padres. Y las guerras estallarán como temporales de verano, abatiendo plantas y desbastando campos, hasta el día en que se descubrirá que la palabra de Dios es una aunque sea pronunciada en lenguas distintas. Entonces la mesa será única, como único será el pan"

"Y cuando los dos fuegos sean apagados, un tercer fuego quemará las cenizas. Pocos hombres y pocas cosas quedarán; pero lo que quede deberá ser sometido a una nueva purificación, antes de entrar en el nuevo paraíso terrestre"

En 1903 llega a San Petersburgo recibido como un hombre santo. Cinco años mas tarde, en 1908 fue presentado a la esposa del zar, Alejandra Fiódorovna, quien ya había oído hablar de sus supuestos poderes curativos. La zarina piensa en Rasputín para poder tratar la hemofilia que padece su hijo Alexis Nikolaiévich, el heredero del trono ruso, y que ningún medico había logrado curar. La mejoría de la enfermedad del niño, a través de la hipnosis, le hace ganarse la confianza del propio zar Nicolás II y de su mujer, introduciéndose en el propio círculo familiar.
Cuando comienza la primera guerra mundial, el zar asume el mando del ejercito ruso, haciéndose Rasputín con el control del gobierno. Llega a aglutinar tanto poder que cualquier cuestión hay que trasladársela para que de su opinión al respecto.

Su profunda influencia en la corte imperial y la mala reputación que se va ganando con sus orgías, conocidas por el pueblo, escandaliza a la opinión pública que comienza a llamarlo con el apodo de “El Monje Loco”. 

La aristocracia comienza a odiarlo, pero no puede poner freno al halo místico que lo rodea, y a la influencia casi absoluta que desprende con su oratoria.

Fue entonces cuando un grupo de aristócratas decide asesinarlo. La noche del 29 al 30 de diciembre de 1916, el príncipe Yusupov, pariente directo del zar, junto con Purichkevich, el doctor Sukhotin y el conde Demetri Pavlovich, preparan su asesinato.

Invitan a Rasputín a una cena en su palacio y organizada en su honor para esa noche, donde le dan de comer una fuente de pasteles que contenían una dosis de cianuro capaz de matar a un elefante. El invitado se la come sin mostrar reacción alguna.

Desesperado porque el plan no funciona, Yusupov saca una pistola y le dispara tres veces a Rasputín a bocajarro. Éste cae y todos lo toman por muerto. Mientras discuten qué hacer con el cadáver, Rasputín se levanta y ataca a Yupusov que atónito piensa que es inmortal.

El monje se arrastra hasta la puerta e intenta salir del palacio pidiendo ayuda. Los cuatro nobles lo golpean salvajemente hasta partirle el cráneo.

Los asesinos piensan que ya ha muerto, pero increíblemente sigue respirando. Entonces lo atan de pies y manos, y envuelto en una alfombra lo arrojan al río Neva.

Cuando el cuerpo fue encontrado, uno de los brazos estaba desatado. La autopsia increíblemente desvela que ha muerto ahogado. 
Utilizando sus poderes de clarividencia, meses antes de morir, el “monje loco” escribiría las siguientes líneas al Zar que se encontraba luchando en el frente:

"Siento que moriré antes del primero de Enero... si soy asesinado por plebeyos, y especialmente por mis hermanos los campesinos rusos, nada tendrás que temer... tu trono se asentará por cientos de años y tu hijo será Emperador y Zar. Pero si soy asesinado por nobles, mí sangre permanecerá en sus manos por veinticinco años. Tendrán que abandonar Rusia, los hermanos se enfrentarán a los hermanos, el odio dividirá las familias y el país se quedará sin nobleza o Imperio..."

En 1917 el Zar Nicolás II abdica y al año siguiente él y su familia son ejecutados. Los nobles, entre los que se encuentra Yusupov, tienen que huir del país. La era de los Zares en Rusia había llegado a su fin.


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