jueves, 4 de agosto de 2022

Décadas del 50 y 60. La lucha por los derechos civiles en EEUU - I: Marthin Luther King

 Pese a que a mediados del siglo XX la esclavitud había desaparecido en los Estados Unidos, la mayoría de la población negra seguía siendo discriminada. A mediados de la década del 50 surgen dos figuras relevantes en la lucha por la igualdad: Marthin Luther King y Malcolm X.
Malcon X

El movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos

El asunto más destacado en la política estadounidense a mediados de los años 50 y durante la década del '60, fue la lucha de los negros para poner fin a la segregación y asegurar todos sus derechos como ciudadanos. Éstos, dirigidos por la Asociación Nacional para el Desarrollo del Pueblo Negro, buscaron incesantemente el amparo de los tribunales. Sin embargo, muchos estados del Sur intentaron burlar esas sentencias. A pesar de los progresos realizados en algunos estados, la integración racial fue lenta en el Sur. Mientras, muchos negros empezaron a tomar parte activa en el movimiento por los derechos civiles.

Durante los años cincuenta, nacer negro en los Estados Unidos significaba nacer condenado a un sistema ancestral de discriminación, originado cuatro siglos atrás con el tráfico de esclavos desde Africa, y perpetuado después en las plantaciones de algodón de los estados del sur.

A mediados del siglo XX, si bien la esclavitud había desaparecido hacía un siglo, la mayoría de la población negra solo tenía acceso a trabajos de servidumbre y vivía confinada a los barrios pobres de las ciudades sureñas.

Será a mediados de la década del 50 cuando surge una figura relevante en la defensa de los derechos civiles: Martin Luther King, ministro bautista nacido en 1929 en Atlanta (Georgia).

Interiorizado en los métodos de protesta pacífica tras su viaje a la India en 1959, Martin Luther King se convenció más que nunca de que la resistencia pacífica era el arma más potente en manos de los oprimidos que luchaban por su libertad.

En diciembre de 1955 Martin Luther King dirigió un eficaz boicot que concluyó con la discriminación que la población negra sufría en los autobuses de Montgomery (Alabama). A raíz del arresto de una mujer negra tras negarse a dejar su asiento a un pasajero blanco, todos los hijos de los antiguos esclavos, de acuerdo con la estrategia de King, se negaron a utilizar los autobuses.

Después de 381 días de boicot -en los que Luther King fue arrestado y encarcelado, su vivienda fue destrozada y recibió innumerables amenazas de muerte-, la compañía se vio obligada a brindar un trato igual a blancos y negros.

El boicot de Montgomery fue una victoria evidente de la protesta no violenta y King surgió como un líder muy respetado. Conscientes de ello, los clérigos negros de todo el Sur fundaron la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur (SCLC), siendo elegido King su presidente.

Pero el objetivo estaba lejos de ser conseguido.

Al boicot de los autobuses de Montgomery siguió una serie de marchas en defensa de los derechos y con ellas, también la contrarréplica de los grupos radicales blancos, principalmente de uno que se destacaba por su nivel de violencia y de demencia, el Ku-Klux-Klan.

A finales de la década de 1950, a medida que ganaba fuerza el movimiento a favor de los derechos civiles y empezaba a disminuir la resistencia a la integración en todo el Sur, el Klan continuó oponiéndose tenazmente a dichos programas y continuó realizando actos de violencia racial, intimidación y represalias. Tras promulgarse la Ley de Derechos Civiles de 1964, experimentó un notable aumento de miembros, llegando a contar en 1965 con unos 45.000.

El movimiento pacifista por los derechos civiles por su parte, sumó a destacados dirigentes, como Ralph David Abernathy o Rosa Louise Parks, organizados en grupos como el Congreso para la igualdad racial y el Comité de Estudiantes No Violentos. Otros, sin embargo, adoptaron posturas más radicales y violentas como Malcom X.

En julio de 1960 los demócratas nominaron candidato presidencial a John Fitzgerald Kennedy, que derrotó por un estrecho margen al candidato republicano Richard Nixon.

Los derechos civiles constituyeron el principal problema interior durante el mandato de Kennedy. El fiscal general del Estado, Robert Kennedy, presionó enérgicamente para que se pusiera fin a la segregación racial en las escuelas y para que se defendiera el derecho al voto de las minorías.

Los negros y sus partidarios blancos continuaron sus manifestaciones contra la discriminación.

Destaca la concentración de más de 250.000 personas en la ciudad de Washington el 28 de agosto de 1963, en la cual Martin Luther King pronunció su famoso discurso "Tengo un sueño". Con este acto el movimiento negro alcanzó el reconocimiento mundial.

En 1964, King recibió el Premio Nobel de la Paz y en 1965 el Congreso aprobó un proyecto de ley sobre los derechos civiles, en contra de la discriminación racial.

Sin embargo, la realidad cotidiana permanecía básicamente incambiada, y hacia 1966 la impaciencia de los jóvenes activistas negros erosionó algo del apoyo que tenía Martin Luther King. Su estrategia había demostrado ser inadecuada para resolver los más complejos problemas raciales de Norteamérica.

Apenas iniciada la década de los 60 una nueva actitud comenzó a anidar en la conciencia de los negros: el Black Power (Poder Negro) tomaba cuerpo como filosofía de la resistencia al poder de los blancos. Stokely Carmichael, líder estudiantil, y Malcom X, guía espiritual de los musulmanes del barrio de Harlem en Nueva York, se convirtieron en los nuevos referentes de la lucha armada.

En 1966 se consolidaron los "Panteras negras", uno de los grupos negros más radicales, cuyas revueltas y ajusticiamientos también recibieron la represión más despiadada. Solo en el verano de 1967, los enfrentamientos dejaron 22 muertos (19 de ellos negros) y 1.500 heridos de consideración.

Panteras Negras

Para 1973, la mayoría de los dirigentes de los "Panteras negras" estaban muertos o habían escapado del país. El movimiento negro quedó en ascuas, en espera de un nuevo líder.

Por otro lado, la guerra que entonces continuaba con pleno vigor en Vietnam hacía inviable la solución de los problemas locales de las relaciones humanas.

En Chicago, los bautistas negros locales se le opusieron públicamente, y los manifestantes se enfrentaron con bandas de blancos, armados con palos y dirigidos por neonazis uniformados y miembros del Ku Klux Klan.

Con respecto a la guerra del Vietnam, pese a que muchos sintieron que sus problemas perdían prioridad y que el liderazgo negro debería concentrarse en la lucha de la injusticia racial dentro de Estados Unidos, Luther King (1967) se había asociado a los dirigentes del movimiento contra la guerra, independientemente de su color.

La violencia blanca entonces encontró su respuesta. Los jóvenes líderes negros abandonaron los principios de la no violencia y las ciudades se convirtieron en verdaderos campos de batalla.

King perdió liderazgo y nunca pudo recuperarlo, porque al mismo tiempo, por un balazo, también perdía la vida mientras descansaba en el balcón de un hotel de Memphis, el 5 de abril de 1968.

King tenía tan sólo 39 años en el momento de su muerte. Nunca había flaqueado en su insistencia de promover la no-violencia como la táctica principal del movimiento pro-derechos civiles, ni en su fe en que todos en Norteamérica alcanzarían, algún día, la justicia y la igualdad.

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