El
proceso de desarrollo industrial acelerado -producto de la 2º fase de la
Revolución Industrial- generó la necesidad, en los países que la sostuvieron,
de transformar las economías latinoamericanas para que sirvieran con mayor
eficiencia a los nuevos requerimientos de los países industrializados.
Se produjo entonces una notable expansión
de la economía y el comercio por la 2º fase de la Revolución Industrial. Era
necesario que América latina se incorporara plenamente al circuito económico
mundial del capitalismo, algo que logrará en el último cuarto del s. XIX: con
el llamado proceso de Modernización de América Latina. Si analizamos el papel que desempeñaron las
inversiones extranjeras en América Latina, observamos que en este período se
produce un aumento masivo tanto de las inversiones inglesas como alemanas y
francesas, destinadas a empresas de servicios públicos, minas y bancos,
Argentina, Brasil y México recibieron el mayor porcentaje. Por su parte, las
inversiones norteamericanas –que eran escasas todavía en 1890 y que se
destinaban a algunos ferrocarriles, minas, plantaciones e ingenios azucareros-
comenzaron a aumentar, y hacia 1914 una gran parte de ellas estaba localizada
en México, Cuba, Chile y Perú.
Existía la necesidad de aumentar la
producción para satisfacer: el incremento de la demanda de materias primas y el
crecimiento demográfico. Además se estaba produciendo una revolución de los
transportes y las comunicaciones. La producción en los países latinoamericanos
se concentró en los productos primarios o sea, materias primas. Con el
transcurso del tiempo llegan a esa región capitales, tecnologías y técnicos.
De esta forma, para los gobiernos
latinoamericanos fue posible pasar de economías precapitalistas – economías
agrarias o mineras, con escasa inversión de capital y poco desarrollo
tecnológico, que eran sociedades fundamentalmente rurales, con gran nº de
analfabetos – a economías que se ubicaron en la periferia del capitalismo.
Podríamos definir a la Modernización como
el proceso por el cual los países adquieren tecnología, formas de producción y
de intercambio más avanzadas, junto con un desarrollo paralelo de la sociedad
-urbanización, ampliación de las clases medias, consumo-.
Este proceso se manifestó en un
importante crecimiento económico, que no significó un camino hacia el
desarrollo, ya que estableció una nueva relación de dependencia. Esta nueva
relación entre los nacientes países latinoamericanos y los países industrializados
fue denominada: orden neocolonial o crecimiento inducido. Nuestras economías
crecían en función de la demanda exterior de nuestros productos valorizados de
forma inferior a los productos manufacturados. Es
importante recordar que fue en este siglo en el que surgió el imperialismo
despiadado de las grandes potencias; víctima de este sistema agresivo, América
Latina se convirtió en fuente de materias primas y mercado para productos
terminados. En general, la industrialización latinoamericana en el siglo XIX
fue escasa. Muchos países se endeudaron con Europa y EEUU para poder
desarrollarse. Este influjo de inversión era indispensable para la
modernización de la región: no había posibilidad alguna de que la economía de
un país mejorara si no había una cuantiosa inversión. Esta inversión tenía que
venir del extranjero pues la riqueza que había en América parecía no alcanzar
para lograr una modernización. Con el tiempo, los países endeudados tuvieron
problemas para pagar las deudas. En muchos casos, la renegociaron pero la deuda
seguía existiendo, y en algunos de ellos, se hacía en peores condiciones (por
ejemplo, intereses)
Neocolonialismo fue esa nueva forma de
dominio, generalmente económico, que ejercen los países desarrollados sobre
otros de menor grado de desarrollo económico. Se trata de una expresión del
Imperialismo que hemos estudiado y que se desarrolló de forma más agresiva en
Asia, África y Oceanía donde implicaba la conquista militar y política de esas
regiones culturalmente más atrasadas. En los nacientes países latinoamericanos
que salían de una guerra de independencia contra España o Portugal, el dominio
de los europeos fue prácticamente económico no llegando al dominio político, si
bien en algunos casos lo intentaron.
Los medios que dispusieron los gobiernos
latinoamericanos para la obtención de recursos para modernizar sus economías
fueron principalmente los aranceles de comercio y la obtención de créditos en
el exterior.
De esta forma, los gobiernos pudieron
financiar importantes obras públicas, crear administraciones más modernas,
realizar reformas educativas, formar una masa de trabajadores medios, capaces
de consumir más.
Políticamente, los Estados se fortalecieron y
ampliaron sus funciones, generalmente de la mano de gobiernos de fuerza o de
dictaduras.
Aspectos sociales: inmigración en algunas regiones,
definitiva abolición de la esclavitud, difusión del trabajo asalariado,
crecimiento de las ciudades y de los servicios.
Aspectos culturales: paulatino cambio de las
mentalidades tradicionales y mayor influencia de lo europeo.
Texto adaptado por el Prof.
Daniel Barragán.
CUESTIONARIO GUÍA:
1) Lee detenidamente el documento
anterior y anota las ideas principales en el cuaderno de clase
2. ¿Por qué era necesario modernizar las
economías de los países latinoamericanos? Explica
3. ¿Qué
elementos nuevos se incorporaron a los estados americanos para ajustarse a los
nuevos requerimientos provenientes del exterior? ¿Cuáles eran dichos requerimientos?
RECUERDA QUE PREVIAMENTE DEBES ESTUDIAR EL TEMA EN EL LIBRO DE HISTORIA. EN MATERIAL DE APOYO VAS A ENCONTRAR ALGUNA INFORMACIÓN.-.